La tica Valeria Valverde es cofundadora de OX Riders, una startup que pretende llevar su producto al mercado en 2021, para facilitar la movilidad en el mundo post covid-19
Inquieta, es la primera palabra que se viene a la mente después de escuchar a Valeria Valverde contar su historia, la de los últimos cuatro años, la que la ha llevado a crear numerosas startups (empresas emergentes) y estudiar en una universidad donde no hay profesores y se aprende haciendo.
En el currículo de esta joven de 23 años y oriunda de Alajuelita figuran viajar por el mundo y vivir en países como China, Estados Unidos y España haciendo lo que más le gusta: crear.
Su más reciente invención es una empresa llamada OX Riders, una startup de «motocicletas eléctricas, inteligentes y retrofuturistas», es decir, motos que retoman la estética clásica de los años cincuenta y la unen a tecnología de vanguardia, tal y como ella y sus socios lo explican.
Movilidad para el futuro cercano
Estos vehículos están pensados para el mundo post covid-19, contó Valeria desde Madrid, España. Ella está convencida de que, la forma en que la gente se transporta cambiará en el mundo luego de la pandemia, pues el distanciamiento social motivará a muchos a evitar el transporte público, para prevenir nuevos contagios.
«En OX Riders, como empresa emergente vemos esto como una oportunidad, apostamos por una movilidad sostenible, atractiva y asequible», aseguró la joven, ex alumna del Colegio Técnico Don Bosco.
El equipo, integrado por la tica, Martín Fernández de Labastida, Lizhong Zhang y Adrián González ofrecerá inicialmente la motocicleta OX One, en dos modalidades: de 50cc, la cual alcanza velocidades de 50 kilómetros por hora, y la de 125cc, que alcanza velocidades de 120 kilómetros, con una autonomía de 100 kilómetros.
El costo de una OX ronda los €4.000, aproximadamente ¢2.500.000, lo que la empresa define como: «una moto asequible para un público aventurero». En Costa Rica, este tipo de motocicletas se podrían conducir con licencia A1 y B1.

Tres características distinguen a estos vehículos: tecnologías conectadas, baterías extraíbles y personalización.
Incorporan Smartbox, «una serie de tecnologías interconectadas y totalmente actualizables que permiten en todo momento conocer y comunicar el estado del vehículo y su entorno», aclaró OX Riders.
Además, transmite «esta información al usuario , provee un sistema anti-embestidas, llamada de emergencia automática, GPS, e Inteligencia Artificial.
También viene con baterías extraíbles, que podrán ser cargadas al 80% tras dos horas, en cualquier enchufe de la casa. Y finalmente, brinda personalización, para que la motocicleta vaya acorde a los gustos de quien las compre.
El objetivo de esta joven costarricense y sus colegas es reunir a estas motocicletas con sus nuevos dueños, a partir de enero de 2021. Inicialmente, llegarán a países como España, Italia, Francia, Estados Unidos y Portugal y los interesados pueden preordenar en el sitio web www.theoxriders.com.
¿Qué carreras estudian los emprendedores?
Aunque estas motocicletas y OX Riders son recientes, su historia no hubiese sido posible, sin aquella madrugada hace cuatro años atrás, en la que Valeria Valverde se despertó con la necesidad de encontrar cuáles eran las carreras que estudiaban los emprendedores.
Cerca de las tres de la madrugada, la joven buscó en Internet cómo responder su interrogante y así fue como dio con «LEINN: una carrera de emprendimiento, liderazgo e innovación, la primera en el mundo donde enseñaban a emprender y fue como que hice clic, porque mi familia siempre supo que mi sueño era salir del país y hacer un proyecto que generara un impacto, más allá de mi», recordó la joven.
Naturaleza creadora
Las ansias de Valeria por aprender siempre la han caracterizado, estuvo en el Colegio Humboldt hasta octavo año, pues quería hablar alemán pero el tema económico la hizo cambiarse al Colegio Técnico Don Bosco, lo que ella describe como «una de las mejores decisiones de mi vida».
¿Por qué? Ahí sus inquietudes se toparon con la ExpoTec, las ferias científicas, el mundo de la innovación y la tecnología, «me involucré con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) y comencé a conocer gente de todo el país», dijo la joven.
Ya en la educación secundaria se enfrentó a la electromecánica y pensó que su rumbo en el futuro sería la ingeniería: pasó por proyectos de tensoactivos con detergentes,un mapeo para detectar llegadas de tortugas en Pacuare, participó en el desarrollo de una cámara biológica para desechos bioinfecciosos, entre otros.
Fue ahí donde se dio cuenta de que, lo que más le gustaba eran las estrategias y los negocios y la forma en cómo podía hacerlos realidad, es decir, la vocación que la llevó a LEINN.
Sin embargo, su camino no fue lineal y tuvo que enfrentar algunos obstáculos tanto lo económico, como la partida de un ser querido.
Aunque inicialmente su primera cómplice fue su mamá, le contó luego a su padre, una figura muy importante para ella, y él le aconsejó que siguiera sus sueños, justo un día antes de fallecer.
Valeria consiguió una beca y voló, tal y como se lo aconsejó su papá. Al llegar a Bilbao, España se encontró con una decena de personas provenientes de diversos lugares del mundo, entre ellos Corea, Egipto, China y desde el primer día su tarea fue crear una empresa, con clientes y dinero real.
Los dividieron en grupos y dos semanas más tarde, Valeria estaba en Shangai, China iniciando su viaje de «emprendizaje», como ella lo define. Ahí, los primeros proyectos fueron básicos: impartir cursos de ciencia para niños, o hacer comida española para personas chinas.
Luego de tres meses, regresaron un año a Bilbao, desde donde su empresa cazaba tendencias de telefonía móvil y las importaba desde Asia.
Más tarde, ella y sus compañeros se fueron a Seattle, Estados Unidos y vivieron allá durante ocho meses. Los 10 estudiantes del programa vivían juntos, en una misma casa, con todos los retos que esto implicaba, por ejemplo, los horarios y tipos de comida de cada cultura involucrada.
Valeria asegura que aunque sus valores no han cambiado, pues los aprendió muy bien en su hogar, ella es 99% diferente a la que viajó hace cuatro años al programa internacional LEINN.
Le ha tocado tener la mente abierta, para entender las diferencias culturales entre ella y sus compañeros y también para afrontar los retos de un programa basado en la metodología de la Universidad finlandesa de Tiimiakatemia, en la que solo tienen un coach pero no van a clases, ni tienen profesores.
En el mes de junio, el programa está próximo a terminar y la graduación será en 2021.
Por lo pronto, Valeria vive en Madrid desde 2019 y se enfoca en terminar el producto final que OX Riders pondrá a circular en las calles europeas en 2021. Además desean levantar una ronda de inversión, por eso, los interesados pueden escribirle a su correo Valeria Valverde valeria@theoxriders.com.
Pero ella y sus colegas parecen imparables, ya que además de esa startup cuentan con Gravity Wave, una empresa que ha puesto a pescar plástico a barcos en el mediterráneo y lo recolectado lo convierten en fundas para celulares.
«Aparte de la voluntad humana, lo que más da fuerza son los sueños. Yo le digo a mi familia, el día que yo no tenga sueños hay que preocuparnos».
Valeria Valverde, emprendedora tica
Asimismo está Kendani, lo que Valeria define como «un Amazon de productos sostenibles» y una empresa de educación financiera en tecnologías emergentes, en la que se le enseña a la gente a hacer inversiones en Blockchain y con criptomonedas.
Tras su viaje de emprendizaje, la joven costarricense está convencida de que a veces hay que arrancar las puertas que no se abren, «porque hay tanto que cambiar y mejorar, que esa energía de los jóvenes no se puede perder por el camino».
Además confirma que seguirá soñando y creando: «Aparte de la voluntad humana, lo que más da fuerza son los sueños. Yo le digo a mi familia, el día que yo no tenga sueños hay que preocuparnos», concluyó la joven.

Excelente nota muy interesante
Me gustaMe gusta