Saber qué percibe un insecto en su entorno, o utilizar su estructura diminuta para ir donde los humanos no pueden llegar son algunas aplicaciones de esta tecnología.
¿Cómo se ve el mundo desde la perspectiva de un insecto? Seguro que usted se lo ha preguntado alguna vez, unos investigadores de la Universidad de Washington también y hasta crearon una cámara para resolver esa inquietud.
Al mejor estilo de una GoPro, de las que usan las personas para documentar experiencias extremas como un paseo por los rápidos o bien, para un viaje en auto o bicicleta, esta cámara que pesa tan solo 250 miligramos — una décima parte de lo que pesa una carta de naipe— se puede colocar sobre un insecto real, como un escarabajo o un robot con aspecto de insecto.
¿Cómo funciona? La cámara está alojada en un brazo mecánico que según sus creadores es capaz de girar 60 grados y transmitir videos a un celular por medio de bluetooth, y enviar de uno a cinco cuadros por segundo.
La cámara es en blanco y negro y de ultra baja potencia, se puede operar a una distancia de hasta 120 metros.
El brazo mecánico permite recorrer un rango de visión determinado y los investigadores logran que se doble aplicando un alto voltaje, eso provoca que se mueva la cámara a la posición deseada. Así permanece por al menos un minuto, antes de volver a su posición original, a menos que se le aplique de nuevo voltaje.
El coautor principal de la investigación publicada en Science Robotics, Vikram Iyer explicó que “Una ventaja de poder mover la cámara es que puedes obtener una visión de gran angular de lo que está sucediendo, sin que esto implique consumir una gran cantidad de energía».
Iyer, estudiante de doctorado en Ingeniería Eléctrica e Informática explicó: «Podemos rastrear un objeto en movimiento sin tener que gastar la energía para mover un robot completo».
A la cámara se le colocó un acelerómetro con el fin de detectar cuándo se movían los escarabajos, para que esta grabe mientras el insecto está en movimiento.

Iyer explicó «Si la cámara estuviera transmitiendo continuamente sin este acelerómetro, podríamos grabar de una a dos horas antes de que se agote la batería. Con el acelerómetro podemos grabar durante seis horas o más, dependiendo del nivel de actividad del escarabajo».
La experiencia también permitió a estos científicos diseñar el robot terrestre más pequeño del mundo con visión inalámbrica. Sin embargo, están conscientes de que eso podría despertar algunos cuestionamientos con respecto a la privacidad.
«Como investigadores, creemos que es realmente importante poner las cosas en el dominio público para que la gente sea consciente de los riesgos y pueda empezar a encontrar soluciones para abordarlos», dijo Shyam Gollakota, profesor asociado de la Universidad de Washington en la Escuela de Ingeniería y Ciencias de la Computación y autor principal del estudio.
Entre las aplicaciones que puede tener este tipo de tecnología, se encuentran las relacionadas con biología, para por ejemplo, entender cómo reaccionan los escarabajos a estímulos del entorno, o bien, para la exploración de zonas de difícil acceso como superficies rocosas.
Y finalmente, si se lo están preguntando… ninguno de los escarabajos salió herido en esta investigación, y luego de esta vivieron hasta por un año más.
